Concebidas para prestar dinero a particulares que quisieran adquirir vivienda, las Sociedades Financieras de Objeto Limitado y las de Objeto Múltiple presentan una cartera vencida de 20% y sus utilidades se desplomaron 95 por ciento.
El rezago en vivienda alcanza a 8.9 millones de familias, de las 26.7 millones que existen en México.
El proyecto de vivienda eje del gobierno federal atraviesa una grave crisis, debido a que las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles) y las de Objeto Múltiple (Sofomes), instituciones privadas que prestan dinero a particulares para comprar viviendas, tienen una cartera vencida de 20 por ciento y el año pasado les tuvieron que prestar recursos por casi 80 mil millones de pesos.
Además hay medio millón de juicios de desalojo contra particulares que no han podido cubrir las mensualidades de sus créditos de vivienda.
Es por ello que los legisladores exigieron información clara a las autoridades sobre esta crisis que, según ellos, puede tener repercusiones similares a las del Fobaproa.
Hace unos días hubo un encuentro entre funcionarios del ramo y legisladores para analizar qué tan grave es el problema, en donde se acusó a la Sociedad Hipotecaria Federal (que surgió en 2001 precisamente para reforzar el financiamiento a la industria de la vivienda) de que ésta ya no sólo financiaba, sino que prestaba recursos a las Sofoles y las Sofomes.
Después de la reunión, los legisladores aseguraron que las sociedades están ahorcadas. Sus utilidades se desplomaron 95 por ciento por la crisis económica y su cartera vencida, a decir de legisladores, se aproxima a 20 por ciento.
La situación es difícil a pesar de que el año pasado se destinaron recursos públicos por 60 mil millones de pesos “para darles liquidez”.
Diputados y senadores aseguran que se trata de una operación de rescate financiero, pues de estos recursos en abril de este años se habían gastado ya 53 mil millones y el problema va en aumento.
Es decir, quedan 7 mil millones de pesos, por lo que el diputado federal del PT Mario Di Costanzo preguntó: “Con ese dinero ¿hasta cuándo se puede resistir? ¿Por cuánto tiempo?”.
Los legisladores exigieron información al gobierno federal, quieren saber qué pasa, ya que en el manejo de las Sofoles y Sofomes ha habido opacidad y se teme que exista un quebranto de magnitudes incalculables, equiparable a las cifras que se mencionan, “lo que nos podría llevar a una crisis como la del Fobaproa”.
Respecto a los recursos utilizados para darles “liquidez”, se trata de un fondo que administra la Sociedad Hipotecaria Federal (banca de desarrollo) de 60 mil millones de pesos, según comentó el titular del organismo, Javier Gavito Mohar, además de una línea de crédito del Banco Mundial por 16 mil millones de pesos.
Es por ello que los legisladores afirman que se trata de un rescate para hacer frente a la crisis de esos organismos.
Pero funcionarios del sector lo niegan y dicen que son fuentes de financiamiento normales y que no existe rescate por ningún lado, aunque el subsecretario de Hacienda, Arturo Werner, admitió: “… en 2009 se anunció el Acuerdo Nacional a favor de la Economía Familiar y el Empleo. 60 mil millones de pesos aportaría la Sociedad Hipotecaria Federal para dotar de liquidez a las Sofoles viables pero con problemas financieros para continuar los desarrollos de vivienda”.
Es un asunto serio, del que aún se desconoce qué tan graves pueden ser las consecuencias, advirtieron el petista Di Costanzo y el priista David Penchyna, al resaltar que las repercusiones no son sólo financieras, sino sociales, toda vez que al caer estas sociedades, se viene abajo la construcción de viviendas y, con ello, el empleo.
“Además no se sabe cuántos mexicanos que han adquirido una vivienda la han perdido o están a punto de hacerlo. En fin, todo un círculo vicioso que nos puede llevar a una crisis de dimensiones incalculables”, comentaron los legisladores.
Por lo pronto, comentó la diputada Laura Itzel Castillo, ex secretaria de Desarrollo Social y Vivienda del Gobierno del Distrito Federal, existen más de medio millón de juicios de desalojo contra particulares por créditos bancarios y de Sofoles.
También se habla de que se puede tratar de un problema similar a la crisis hipotecaria que se vivió en Estados Unidos, pero aunque los legisladores mexicanos dicen que no es tal, sí pidieron se les entregue toda la información al respecto para conocer la magnitud de esto que, advirtió el senador del PRI, Rogelio Rueda, “es una olla de presión que puede reventar en cualquier momento”.
El asunto ya hace presión sobre las finanzas…y sobre la política. De cara a los legisladores, el petista Mario Di Costanzo preguntó a los funcionarios: “¿Saben de qué tamaño es el problema? No hubo respuesta.
Fue esto lo que motivó al diputado David Penchyna anunciar que se pedirá la intervención de la Auditoría Superior de la Federación para auditar los recursos de la Sociedad Hipotecaria Federal, que es la responsable de financiar a estos organismos privados, porque “aquí hay un juego perverso de falta de información y falta de datos”.
A decir de Di Costanzo, existen 91 Sofoles y Sofomes. De éstas, 21 cotizan en la bolsa de las que se calcula tienen una cartera vencida por 6mil millones de pesos.
Hay otras 70 empresas no reguladas y no se sabe hasta dónde llega su cartera vencida, aunque en una revisión que se hizo a 11 de ellas esta cartera asciende a 5 mil millones de pesos.
Entonces, señaló el petista, “esto puede ser un barril sin fondo” porque además la mayoría de ellas ya registra pérdidas por resultados de operación negativos y la misma SHF registra ya una cartera vencida por 5 mil millones de pesos.
Es decir, la crisis de las intermediarias no es financiera, sino estructural.
El subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Arturo Werner, afirmó que la cartera vencida de las Sofoles y de las Sofomes creció en el último año 4 por ciento.
“El incremento en la morosidad reflejó la recesión económica pero no problemas de malas prácticas en el otorgamiento de crédito”, dijo.
El director de la SHF , Javier Gavito Mohar, sostuvo por su parte que existen mecanismos de defensa del crédito que otorgan para asegurar la sustentabilidad de los mismos.
Pero para el diputado priista David Penchyna, las cosas no están tan bien como se afirma. Lo cierto es que estas sociedades, dijo, “están pasando por un momento muy delicado” y aunque se ha dicho que no hay un proceso de rescate, la semana pasada se inició el rescate de una de ellas: Su Casita. ¿Existe o no rescate? ¿Hay quiebra o no de Sofoles?. Lo cierto es que los focos rojos se encendieron en este sector y “lo que no queremos, es que siga cundiendo en México el síndrome de Robin Hood, de que les quitamos a los pobres para darles a los ricos”, exclamó el vicecoordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín.
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